10. ¿DE QUE DEPENDE EL ÉXITO O EL FRACASO DE UNA ACCIÓN NORMATIVA? ¿QUE RELACIÓN TIENE CON LA PEDAGOGÍA DE LA FINITUD? ¿ COMO TRABAJAMOS LOS ERRORES, FRUSTRACIONES Y FRACASOS?

La educación social es una profesión en la que existe el riesgo permanente de altibajos profesionales, llevar a cabo una acción formativa no siempre resulta como esperábamos, es probable que no alcancemos los objetivos previstos, por determinados errores que debemos analizar, aceptar y corregir para las futuras actuaciones, otras veces esta acción formativa está desarrollada del mejor modo posible sin dejar cabos sueltos, pero puede resultar desinteresada para las personas a las que va dirigida, o fracasar por que no se obtienen los resultados esperados con determinadas personas.

 Pero aún así no podemos desanimarnos, nunca podemos tirar la toalla, debemos aprender de esos errores, la lucha continua es una de nuestras características profesionales principales. Conocer nuestros límites es una base fundamental para realizar bien nuestra función, saber quienes somos quizás sea uno de los planteamientos más complicados al que debemos enfrentarnos, teniendo en cuenta que las personas somos seres cambiantes, escuchar en nuestro interior hasta donde podemos llegar con cada situación y cada persona es una tarea que debemos trabajar diariamente. 

Pero sin duda personalmente considero que el secreto del éxito está en hacer lo que realmente nos gusta, tener vocación por nuestra profesión y crecer con ella, aprender lo desaprendido, o desaprender lo que nos perjudica o a lo que no es un beneficio. Saber mantenerse al margen de las problemáticas que se nos presentarán no es algo sencillo, pero como profesionales siempre deberemos mantener esa compostura que nos da esa visión objetiva necesaria para una correcta actuación. Acciones que formarán parte de nosotros, y podemos aprender de ellas, sean ajenas o personales, lo considero como un estilo de vida, al que demos adaptarnos como camaleones, cambiar nuestros pellejos, dejar de ser ovejas por un día y meternos en la piel del lobo. Cada circunstancia requiere una careta, sin perder la esencia que nos hace ser.

El éxito no significa mantenerse siempre arriba, en lo alto de la cumbre, sino levantarse siempre y afrontar ese error, mejorarlo con fortaleza. Solo las personas más fuertes podemos dedicarnos a esto, los que no nos rendimos, los que luchan aún estando en el hoyo más profundo y oscuro, aquellos que saben ver la luz donde otros solo ven oscuridad. 

Errores, frustraciones y fracasos se combaten con esa lucha continua